miércoles, 9 de febrero de 2011

4 de agosto de 1665

4 de agosto de 1665

Caballero Bernini,

Por uno de mis asistentes he sabido que un novicio de la Compañía, procedente de Sant’Andrea, pasó por mi estudio el otro día preguntando por un familiar, pero que todo parecía indicar que no tenía otro interés que indagar sobre mi proyecto de fachada para San Carlino. Mi asistente ha estado conmigo durante muchos años, mostrándome una fidelidad difícil de encontrar en esta ciudad de fariseos, por lo que no me cabe la menor duda de que manifiesta la verdad.

Le ruego, no, le conmino a que abstenga en el futuro de usar de ningún ardid para hacerse con ninguna información relativa a mi obra, como ya en otras ocasiones ha intentado y así he denunciado a la Secretaría del Cardenal Pamphili.

Si, como sospecho, su intención es hacerse con los detalles de mi fachada antes de que usted acabe la suya de Sant’Andrea, le recomiendo que reflexione sobre los efectos futuros que ello puede acarrear en su prestigio profesional, dada sus reiteradas manifestaciones sobre el carácter libre e independiente de la arquitectura, que, dicho sea de paso, siempre dependen de una manutención.

El agradecimiento que le puedo profesar por su apoyo en mi nombramiento como arquitecto de San Carlino no está reñido con el mantenimiento de mi más estricto celo profesional. Quede claro.

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